Después de cruzar el Estrecho, en julio de 1936, las tropas
al mando de Yagüe avanzaron dirección Madrid, símbolo del poder republicano. En
agosto los sublevados tomaron Badajoz, en septiembre Franco se desvió a ocupar
Toledo y a finales de octubre ya se encontraban a las puertas de la capital. El Gobierno republicano se
traslado a Valencia. Madrid resistió el ataque frontal de los sublevados y con
dicha resistencia se acabo la fase miliciana de la Guerra Civil, diciembre de
1936.
Tras el fracaso en la capital, los sublevados emprendieron
dos maniobras envolventes para aislar Madrid. En la primera tuvo lugar la
Batalla del Jarama en la que los sublevados fueron detenidos por los
republicanos y no consiguieron aislar a la ciudad. En la segunda maniobra tuvo lugar la batalla
de Guadalajara, que fue la primera victoria republicana de gran resonancia.
Durante este tiempo se regularizaron los ejércitos debido a la creación del
nuevo Ejército Popular Republicano. Por la otra parte, Franco también
militarizo sus cuerpos de voluntarios.
En marzo del 37
comenzó la tercera fase, la conquista del norte, para la cual tuvieron que
concentrar todos sus esfuerzos. Los sublevados controlaban Navarra y San
Sebastián. Los sublevados al mando de Mola y con información muy valiosa
facilitada por un ingeniero vasco llamado Goicochea, desencadenaron un ataque
hacia Vizcaya en los últimos días de Marzo. El 26 de abril, la ciudad de
Guernica era arrasada por la adelantada aviación nazi por órdenes de Franco.
Este fue el primer bombardeo sobre población civil. Bilbao es ocupada el 19 de
julio. La República desencadeno ataques a Brunete y Belchite pero no evitaron
que las tropas franquistas entraran en Santander y, dos meses después, en
Asturias. En Mayo del 37, se produjo simultáneamente en Barcelona la toma del
edificio de Telefónica que producirá un enfrentamiento entre la CNT y el POUM
contra el PSOE, la ERC y la UGT.
A finales de 1937, los republicanos confiaban en ganar la
guerra. Su nuevo ejército realizo ofensivas sobre Teruel, que consiguieron
ocupar. En febrero de 1938 Franco volvió a ocupar Teruel y desencadeno la
campaña sobre Aragón que dejo el territorio republicano dividido en dos zonas,
una de las cuales era Cataluña. Franco continuo su ofensiva pero hacia el sur.
El avance quedo detenido cuando el ejercito republicano
reorganizo en Cataluña sus unidades y realizo un poderosos ataque sobre el
Ebro. La Batalla del Ebro fue uno de los mayores episodios militares de la
guerra. Franco envió grandes refuerzos,
incluida la aviación italiana y alemana, con lo que pudo detener el ataque. El
16 de noviembre se dio por acabada la batalla y el ejército republicano había
sido derrotado. El 1 de febrero de 1939 se celebro la última sesión de las
Cortes republicanas. Así acabó esta quinta parte de la guerra.
A la República no le
quedaba nada más que la llamada zona centro. En marzo se produjo una
sublevación contra el Gobierno republicano dirigida por Segismundo Casado,
quien quería entregar la ciudad y terminar la guerra mediante una negociación.
Casado controlo Madrid tras una fuerte lucha con unidades comunistas, y creo la
Junta de Defensa con el objetivo de negociar con Franco una “paz honrosa”
basada en “generosidad del caudillo”. Franco solo acepto una rendición sin
condiciones y obligo a entregar las armas. El 28 de marzo Franco entro en
Madrid. El último parte de Guerra fue firmado en Burgos el 1 de abril por el
generalísimo.